La tensión entre los equipos de Fórmula 1 y la FIA alcanza niveles críticos, con relaciones prácticamente rotas.
Pilotos como Lando Norris enfrentan sanciones severas, afectando las posibilidades de McLaren en la lucha por el título.
Norris recibió una sanción de “stop and go” de 10 segundos por no reducir la velocidad ante banderas amarillas, lo que le costó posiciones y puntos valiosos.
McLaren critica la severidad de la sanción, argumentando que fue desproporcionada y podría impactar decisivamente en la búsqueda del campeonato.
La FIA enfrenta críticas por la inconsistencia en la aplicación de sanciones, con cambios en la dirección de carrera que generan confusión entre los equipos.
La situación se complica tras la salida de Neil Witi y la llegada de Rui Márquez, lo que ha llevado a decisiones controvertidas en las últimas carreras.
Se espera que la FIA revise sus procedimientos y la aplicación de sanciones para garantizar la equidad en la competición.