En un giro trágico de los acontecimientos, el exconcejal Miguel Uribe Turbay ha sido asesinado en un atentado que se había gestado desde hace semanas. La noticia ha dejado al país en estado de shock, y las autoridades están bajo presión para esclarecer los detalles de este ataque premeditado.
El atentado, que ocurrió en la madrugada de hoy, ha sido confirmado por el concejal Víctor Mosquera, quien fue la última persona en ver a Uribe antes de su muerte. En una emotiva entrevista, Mosquera relató cómo Uribe, en un día soleado, se mostraba optimista y entusiasta durante una reunión en Modelia, donde interactuó con comerciantes y ciudadanos, dejando claro su compromiso con la comunidad.
Sin embargo, lo que parecía ser una jornada de esperanza se tornó en tragedia. Mosquera reveló que todo estaba planeado, y que no hubo improvisación en el evento que llevó a Uribe a ser blanco de un ataque. A pesar de que se había informado a las autoridades sobre la presencia del exconcejal en la zona, la seguridad parece haber sido insuficiente.
Las investigaciones sobre el atentado están en marcha, y surgen preguntas inquietantes sobre la posible vulneración de la información interna de la campaña de Uribe. Testigos han señalado que individuos sospechosos fueron vistos en la zona días antes del ataque, lo que sugiere un nivel de planificación que inquieta a la comunidad.
La muerte de Miguel Uribe no solo marca una pérdida dolorosa para su familia y amigos, sino que también plantea serias interrogantes sobre la seguridad de los líderes políticos en Colombia. La nación espera respuestas rápidas y contundentes mientras la Fiscalía se adentra en esta compleja investigación. La urgencia por justicia es palpable, y el clamor popular exige que no se repita esta tragedia.