¡Escándalo en Argentina! Fátima Flores, la reconocida humorista, ha sido acusada de ser infiel al presidente Javier Milei con Martín de Michelis, el entrenador de River Plate. La bomba estalló en un programa de televisión, donde Ángel Cesarín, ex asistente de Flores, reveló un encuentro secreto en Puerto Madero que desata una guerra mediática sin precedentes.
La acusación, lanzada durante la emisión de Infama, ha sacudido los cimientos de la política, el fútbol y el espectáculo en el país. Según Cesarín, el encuentro con De Michelis ocurrió hace aproximadamente 10 meses, mientras Fátima estaba en pareja con Milei. Esta revelación ha encendido las redes sociales, donde los rumores se propagan como un incendio incontrolable.
Fátima, en respuesta a las acusaciones, ha desmentido rotundamente las afirmaciones de Cesarín, calificándolo de “sinvergüenza” y asegurando que tomará acciones legales por calumnias. La tensión aumenta cuando Cesarín también sugiere que la relación entre Fátima y Milei es solo un acuerdo estratégico y no un romance genuino.
En medio de este caos, la opinión pública se divide. Algunos defienden a Fátima, creyendo que se trata de una maniobra para desprestigiarla, mientras otros se preguntan si hay algo más detrás de este escándalo. La mención de Lionel Scaloni, director técnico de la selección argentina, añade más leña al fuego, con rumores de que Fátima intentó acercarse a él.
Este escándalo no solo involucra a tres figuras prominentes, sino que también plantea interrogantes sobre la verdad detrás de los rumores. Hasta el momento, no hay pruebas concluyentes que respalden las acusaciones, pero la situación sigue evolucionando rápidamente. ¿Estamos ante el inicio de una guerra mediática que cambiará el rumbo de estas tres vidas? En Argentina, donde el chisme es un asunto de estado, todo puede suceder.