Begoña Gómez, la esposa del presidente Pedro Sánchez, se encuentra en el centro de una tormenta mediática tras la revelación de su pasado oculto. Un nuevo libro del periodista Alejandro Entras Aguas, titulado “La Sagrada Familia”, desvela que Gómez fue modelo de ropa interior en los años 90 y simpatizante del Partido Popular antes de unirse a la izquierda. Las imágenes inéditas de su juventud, posando en catálogos de lencería y bañadores, han sacudido el panorama político español, revelando conexiones familiares que cuestionan la imagen pública del presidente.
El trasfondo de esta historia es aún más inquietante. Mientras Sánchez se presenta como víctima de ataques políticos, el libro destapa un entramado de intereses familiares y negocios oscuros que involucran no solo a Begoña, sino también a su hermano y otros allegados. A medida que se acercan las elecciones, estos detalles podrían erosionar la credibilidad del gobierno, que ha intentado mantener una narrativa de transparencia y ejemplaridad.
Gómez, que asistía a actos del Partido Popular en Pozuelo de Alarcón, refleja un entorno familiar de derechas que contrasta con su actual rol como primera dama socialista. Este giro inesperado en su biografía no es solo un detalle anecdótico; es un indicio de las contradicciones que rodean al presidente y su círculo cercano.
Con el lanzamiento del libro programado para el 10 de septiembre, Moncloa se prepara para una posible crisis de imagen. Las revelaciones prometen incomodar al gobierno, ya que la juventud de Begoña, lejos de ser un simple pasaje, abre la puerta a un retrato más preocupante: un presidente rodeado de escándalos y contradicciones ideológicas. La atención ahora se centra en cómo estas revelaciones afectarán la narrativa oficial y la percepción pública de la familia Sánchez.
