Un escándalo de proporciones mayúsculas sacude la política española: un trabajador de Indra ha confirmado la existencia de un fraude electoral en las elecciones del 23 de julio, donde el PSOE de Pedro Sánchez habría manipulado los resultados. Esta revelación proviene de una conversación con la esposa de un alto cargo de Indra, quien afirmó que su marido predijo con exactitud los resultados electorales una semana antes de la votación. Según ella, le dijo que el PSOE obtendría 123 escaños, mientras que Vox solo 24, una cifra que coincidió perfectamente con los resultados finales.
Albert Castillón, el periodista que destapó esta bomba informativa, sostiene que el software de Indra podría haber sido utilizado para alterar los resultados. Un exgerente de la empresa corroboró que existen herramientas que permiten manipular el proceso electoral, especialmente a través del voto por correo. A pesar de estas acusaciones graves, ni el PSOE ni Vox han impulsado una investigación al respecto, lo que genera aún más dudas sobre la transparencia del proceso.
Mientras tanto, la situación se complica para Begoña Gómez, esposa de Sánchez, quien está siendo investigada por malversación. Informes de la Guardia Civil y de la Intervención General del Estado han revelado irregularidades en la gestión de contratos que podrían afectar fondos europeos, lo que podría llevarla a la cárcel. La presión aumenta y la justicia europea está al tanto de estos desarrollos. La credibilidad del gobierno español está en juego, y la ciudadanía exige respuestas inmediatas. ¿Se avecina una crisis sin precedentes para el PSOE? Las próximas horas serán cruciales.
