En A Working Man, Jason Statham interpreta a Jack Brody, un trabajador de fábrica con un pasado violento y oculto. La vida de Jack gira en torno a su hija adolescente, Emily, a quien ha criado solo tras la trágica muerte de su esposa. Su vida modesta se ve alterada cuando Jack descubre accidentalmente que sus empleadores, Titan Industries, están fabricando armas ilegales y vendiéndolas a organizaciones terroristas.
Cuando Jack intenta informar sobre sus descubrimientos, se convierte en un objetivo. La corporación envía a un despiadado ejecutor, Carter Kane (Walton Goggins), para silenciarlo. La fábrica de Jack es manipulada para parecer el lugar de un accidente, y él escapa por poco con Emily. Sin embargo, son perseguidos implacablemente por toda la ciudad.
El punto de inflexión llega cuando la periodista Claire Bishop (Naomi Watts) se une a Jack, decidida a exponer a Titan Industries. Con su ayuda, Jack accede a un servidor secreto que contiene evidencia incriminatoria. En un enfrentamiento climáctico en la sede de Titan, Jack se enfrenta a Kane en una intensa batalla cuerpo a cuerpo. A pesar de resultar gravemente herido, Jack logra engañar a Kane y derrotarlo, exponiendo los crímenes de Titan al mundo.
La película termina en una nota agridulce. Jack es absuelto de los cargos, pero sigue atormentado por la violencia que intentó dejar atrás. Sin embargo, Emily le inspira a comenzar de nuevo, lo que le da a la película un cierre conmovedor y esperanzador.