Rubby Pérez, el renombrado cantante dominicano, ha dejado una herencia millonaria a su novia Leidy Altagracia en su testamento, lo que ha desatado un intenso debate sobre la distribución de su patrimonio. Según informaciones recientes, Pérez, quien falleció hace poco, había manifestado su amor y preocupación por su pareja, lo que se evidencia en las decisiones que tomó sobre su herencia.
La hija del artista ha expresado su deseo de reclamar una parte significativa de la herencia, argumentando que su padre siempre estuvo muy unido a ella y que compartían una conexión especial en el ámbito musical. En entrevistas, ha afirmado que su padre no quería dejar a su novia en la calle y que, por lo tanto, había un acuerdo previo sobre cómo se dividiría su patrimonio.
Se estima que Leidy recibirá aproximadamente un 15% de la fortuna de Rubby, además de objetos personales y recuerdos del cantante, tales como vestimenta y otros enseres de su hogar. Esta decisión ha generado controversia, ya que la hija ha manifestado su intención de luchar por obtener una mayor parte de la herencia, alegando que corresponde a ella, debido a su relación cercana con su padre.
La situación se complica aún más por la existencia de otros hijos del cantante, quienes también tienen derechos sobre el legado. La disputa entre la novia y la hija de Pérez pone de manifiesto las complejidades que surgen en torno a la herencia de figuras públicas, donde las emociones y los lazos familiares pueden influir en las decisiones legales.
Los seguidores del cantante y la opinión pública se mantienen atentos a este caso, que no solo refleja el amor que Rubby tenía por Leidy, sino también las tensiones que pueden surgir en el contexto de una herencia familiar. La historia continúa desarrollándose, y se espera que se tomen decisiones legales en los próximos días.