La música mexicana se encuentra de luto tras la repentina muerte de Paquita La Del Barrio, quien falleció tranquilamente en su hogar en Chalapa, Veracruz, a la edad de 77 años. Su fallecimiento, ocurrido el 17 de febrero, ha dejado un vacío irreparable en la industria musical, y ahora surge una controversia inesperada respecto a su legado: la icónica cantante no dejó herencia a sus hijos.
La noticia ha conmocionado a sus fanáticos y ha desatado un intenso debate sobre la decisión de Paquita de no legar sus bienes a su descendencia. En una declaración sorprendente, la artista había manifestado que no creía en dejar un testamento, afirmando que si tuviera dinero, se lo gastaría todo en vida. Esta postura desafiante ha llevado a muchos a cuestionar sus motivos: ¿fue una decisión reflexionada o un acto de rebeldía ante las expectativas familiares tradicionales?
Los medios apuntan que su fortuna podría ascender a más de 10 millones de dólares, gracias a su larga carrera musical y sus emprendimientos, como su famoso restaurante Casa Paquita en la Ciudad de México. Sin embargo, Paquita siempre se mostró reacia a hablar de su riqueza, manteniendo un enfoque en su vida y su música más que en el legado material.
Los rumores sobre su patrimonio han despertado nuevas especulaciones sobre las posibles implicaciones legales de su decisión. Sin un testamento claro, la distribución de sus bienes podría derivar en conflictos familiares y prolongados litigios, lo que añade una capa de complicación a una situación ya dolorosa.
La vida de Paquita no solo fue un viaje musical, sino también una historia de resistencia y superación personal. Su legado, aunque no material, sigue vivo en las letras que han resonado en los corazones de millones. Así, la figura de Paquita La Del Barrio permanece en la memoria colectiva, desafiando las normas y dejando un impacto imborrable en la cultura mexicana.