En un año que ha resultado trágico para el mundo del espectáculo mexicano, 2025 nos ha dejado una estela de pérdidas irreparables. En un hecho que ha conmovido a la nación, varios actores y figuras emblemáticas han fallecido en circunstancias que han generado tanto tristeza como sorpresa. Desde el periodista deportivo Adán Manzano, hallado sin vida el 6 de febrero en Nueva Orleans, hasta el querido actor Enrique Páez Rubio, quien falleció el 9 de enero, las pérdidas han sido profundas y han dejado un vacío en la cultura mexicana.

Adán Manzano, conocido por su voz inconfundible en el deporte, fue encontrado en su habitación de hotel, en medio de un misterio que rodea su muerte. Las autoridades han detenido a una mujer que supuestamente usó sus tarjetas de crédito, intensificando la conmoción en la comunidad periodística. La noticia de su fallecimiento ha resonado en Estados Unidos y México, dejando a su pequeña hija y a sus colegas en luto.

Por otro lado, Enrique Páez Rubio, un ícono del teatro, dejó este mundo el 9 de enero. Su impacto en la televisión y el teatro regional fue monumental, siendo recordado por su personaje “El Pachuco”, que conquistó al público. Las circunstancias de su muerte siguen sin esclarecerse, y sus amigos piden que se celebre su legado en lugar de centrarse en su partida.

La lista no termina aquí. El 2 de enero, el fútbol mexicano se vio sacudido por la muerte de Cristóbal Ortega, leyenda del Club América, y la tragedia continuó con la pérdida del boxeador Roberto “El Gallo” Tamayo, encontrado sin vida en un entorno violento. La música también ha sufrido, con el fallecimiento de Paquita la del Barrio y Leo Dan, figuras que marcaron generaciones.

Cada uno de estos talentos ha dejado una huella imborrable en la cultura mexicana. A medida que el mundo del espectáculo se recupera de estos golpes, sus legados perdurará a través de sus obras y en la memoria de quienes los admiraron. La tristeza nos une, y aunque ya no estén físicamente, su esencia seguirá viva en el corazón de millones.