¡El mundo católico está de luto! En un giro inesperado, el Papa Francisco, líder espiritual de casi 100 millones de católicos, falleció hoy, 21 de abril de 2025, a los 88 años. Su muerte fue confirmada por el Vaticano en horas de la mañana, sorprendiendo a millones que habían visto su última aparición pública solo un día antes, durante la misa del Domingo de Resurrección en la plaza de San Pedro.
La atmósfera en el Vaticano se tornó sombría rápidamente. Las campanas de San Pedro sonaron 88 veces, una por cada año de vida del Papa, mientras miles de fieles se reunían en silencio, sosteniendo velas y rosarios, en un profundo luto. Francisco había luchado con problemas de salud durante años, pero su fallecimiento aún llegó como un impacto devastador para muchos, especialmente tras su vibrante sonrisa y energía mostradas en su última bendición a la multitud.
El Papa, nacido Jorge Mario Bergoglio, había estado en un estado de salud delicado, utilizando silla de ruedas y hospitalizado por neumonía hace poco. No obstante, su espíritu y dedicación nunca flaquearon. Sus últimas horas fueron marcadas por una determinación por permanecer en contacto con la gente y servir, incluso a costa de su salud.
Su funeral, que se llevará a cabo en la Basílica de Santa María la Mayor, será un evento sobrio, reflejando su deseo de una iglesia más simple, en contraste con los pomposos ritos de papas anteriores. Mientras el Vaticano se prepara para un cónclave en los próximos días, el legado de Francisco, que buscó la compasión y la inclusión, será objeto de debate y reflexión. ¿Aceptará la Iglesia su llamado al cambio o se aferrará a la tradición? La comunidad católica y el mundo entero observan con atención esta transición crítica.