Rachel Zegler se encuentra en el ojo de la tormenta tras el anuncio de Disney de un nuevo remake de “Blancanieves”, una decisión que ha dejado a la joven actriz devastada. Después de meses de controversia y un abrumador rechazo por parte de los fanáticos, el gigante del entretenimiento ha decidido reiniciar el proyecto, que ya había sido ampliamente criticado por su interpretación moderna y feminista de la clásica historia de 1937.
En un evento privado, los ejecutivos de Disney presentaron este nuevo enfoque como una “corrección de rumbo”, buscando restaurar la confianza del público y reparar la relación tensa con su base de fanáticos multigeneracional. La anterior versión, protagonizada por Zegler, se convirtió en uno de los mayores fracasos del estudio, lo que obligó a los altos mandos a reconsiderar su estrategia.
La reacción negativa fue inmediata y persistente; las redes sociales se inundaron de críticas tras los comentarios de Zegler sobre el personaje del príncipe, que muchos consideraron despectivos. Esta controversia no solo afectó la imagen de la actriz, sino que también llevó a Disney a cancelar todas sus apariciones en medios. En un intento por distanciarse del fiasco, el estudio planea una nueva producción que comenzará a finales de 2025, con un lanzamiento proyectado para la primavera de 2027.
Los nuevos ejecutivos están determinados a volver a las raíces de la historia, restaurando personajes queridos y secuencias musicales que habían sido excluidas en la versión anterior. Con un enfoque renovado en la narrativa tradicional, Disney espera redimir la marca “Blancanieves” y atraer a un público nostálgico que anhela la magia de la historia original.
Mientras tanto, Rachel Zegler ha mantenido un perfil bajo, esperando que el tiempo ayude a mitigar la controversia que la rodea. Con el futuro del remake colgando de un hilo, los fanáticos de la clásica historia permanecen expectantes, deseando que esta nueva versión logre capturar la esencia que hizo de “Blancanieves” un ícono del cine. La presión sobre Disney es palpable, y solo el tiempo dirá si este esfuerzo de restauración será suficiente para recuperar la fe de su audiencia.