**Título: La polémica en Radio Rivadavia: Grabois arremete a Cristina Pérez en un acalorado debate**
En un tenso intercambio que sacudió las ondas de Radio Rivadavia, Juan Grabois, líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos y precandidato a la presidencia, estalló en una feroz confrontación con la periodista Cristina Pérez. La discusión, que giró en torno a la polémica toma de tierras en Mar del Plata, se tornó personal y explosiva, revelando las profundas divisiones políticas que marcan la actualidad argentina.
Todo comenzó con la noticia de una demanda penal presentada por el intendente de Mar del Plata contra Grabois, acusándolo de usurpar terrenos estatales. Grabois defendió su posición, argumentando que las tierras, que habían estado ociosas durante más de dos décadas, están destinadas a un proyecto agroecológico. Sin embargo, Pérez no se quedó atrás, acusándolo de privilegios políticos y de manipulación de la información.
La tensión en el aire era palpable mientras ambos intercambiaban insultos y acusaciones. Grabois, visiblemente irritado, descalificó a Pérez, llamándola “mentirosa” y “maleducada”, mientras ella lo acusaba de ser un “patotero”. Las palabras volaban como dagas, y la audiencia era testigo de una batalla que se extendía más allá de las tierras en disputa, tocando fibras sensibles de la política y la ética en el país.
“¿Por qué se le da la tierra a quienes tienen afinidad política?”, preguntó Pérez, enfatizando el supuesto favoritismo en la concesión de tierras. Grabois, por su parte, defendió la necesidad de utilizar espacios vacíos para el bien común y rechazó las acusaciones de corrupción, insistiendo en que las tierras seguirían siendo propiedad del Estado.
A medida que la conversación se tornaba más acalorada, la línea entre el debate político y lo personal se desdibujó, dejando a los oyentes con una mezcla de asombro y preocupación. Lo que comenzó como un diálogo sobre tierras terminó siendo un crudo reflejo de la polarización y la tensión que enfrenta Argentina en estos tiempos convulsos. El programa, que debía ser un análisis sereno de la actualidad, se convirtió en un campo de batalla verbal, donde las emociones y las convicciones se enfrentaron sin piedad.