**Título: Yanina Latorre desata una tormenta mediática al filtrar información sobre Julia Mengolini en vivo**
En un giro explosivo de los acontecimientos, Yanina Latorre ha encendido la chispa de un nuevo conflicto mediático al filtrar información incendiaria sobre la periodista kirchnerista Julia Mengolini durante su programa en América TV. La tensión se palpaba en el aire mientras Latorre, conocida por su estilo afilado y sin filtros, desempolvaba viejas rencillas justo en el momento en que Mengolini enfrenta una denuncia por injurias presentada por el presidente Javier Milei.
La controversia se desató cuando Latorre, aprovechando la oportunidad, recordó un cruce violento que tuvo con Mengolini años atrás. “Julia se hace la progre, pero no mide las consecuencias de lo que dice”, arremetió Latorre, quien no dudó en respaldar en parte la postura de Milei. La periodista aseguró que Mengolini utiliza el micrófono como un arma, cruzando la línea entre la opinión y el daño. “Cuando uno habla, tiene que hacerse cargo”, enfatizó, avivando aún más el fuego de la polémica.
Mientras tanto, la denuncia de Milei sigue su curso, buscando no solo limpiar su imagen, sino también establecer un precedente contra aquellos que, según él, difunden información perjudicial. Mengolini, por su parte, se defendió alegando que su comentario sobre la relación del presidente con su hermana Karina no era un juicio de valor, sino una observación de sus propias declaraciones.
Las redes sociales se inundaron de reacciones, con usuarios apoyando a Latorre por su valentía y otros defendiendo a Mengolini, señalando que la libertad de expresión no debe ser silenciada. En medio de este torbellino, surge una pregunta inquietante: ¿hasta dónde puede llegar la libertad de expresión sin cruzar límites?
La batalla entre estas dos figuras mediáticas pone de relieve la complejidad de la libertad de expresión en el ámbito público y personal, dejando al país en un estado de expectación sobre el desenlace de esta polémica. ¿Estamos ante una simple disputa personal o un reflejo de tensiones más profundas en el panorama político y mediático argentino? La respuesta, al igual que la historia, aún está por escribirse.