¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! El presidente Gustavo Petro enfrenta una grave crisis internacional tras una explosiva denuncia del eurodiputado Leoluca Orlando desde el Parlamento Europeo en Bruselas. En un acto público el pasado 21 de junio en Medellín, se permitió que cabecillas del crimen organizado, con antecedentes de homicidios, extorsión y narcotráfico, tomaran la palabra para lanzar amenazas contra el alcalde Federico Gutiérrez y la fiscalía. Este evento, que debería haber sido un símbolo de la democracia colombiana, se convirtió en un escenario de intimidación y violencia.
Orlando, exalcalde antimafia de Palermo, no escatimó en críticas hacia la administración de Petro, acusando al presidente de permitir que figuras criminales se expresaran públicamente, normalizando así la presencia de actores violentos en la esfera política. “Es inaceptable que individuos vinculados a estructuras delictivas sean invitados a eventos públicos”, declaró Orlando, quien anunció su intención de presentar una pregunta parlamentaria formal a la Comisión Europea para que evalúe las implicaciones de estos actos en la democracia colombiana.
La preocupación de Orlando refleja un sentimiento creciente en Europa sobre la situación en Colombia. La amenaza a la democracia no solo afecta a Medellín, sino que podría tener repercusiones en las próximas elecciones políticas y presidenciales, poniendo en riesgo la estabilidad del país. La comunidad internacional no puede permanecer indiferente ante este ataque a las instituciones democráticas.
El eurodiputado también expresó su total solidaridad con el alcalde Gutiérrez y las fuerzas de seguridad que arriesgan sus vidas para combatir el crimen organizado. “Colombia es una nación con un inmenso potencial, pero no puede seguir siendo víctima de un sistema que vulnera los derechos fundamentales de su población”, enfatizó. La situación es crítica y requiere una respuesta urgente.
Desde Bruselas, Orlando hace un llamado a todos los ciudadanos comprometidos con la justicia y la democracia a alzar su voz. “Juntos podemos hacer la diferencia y exigir que se respete el estado de derecho en un país que merece paz y prosperidad”, concluyó. La lucha contra el crimen organizado es una responsabilidad global y hoy más que nunca, Medellín y Colombia necesitan el apoyo de la comunidad internacional.
Este escándalo no solo pone en jaque la administración de Petro, sino que también abre un debate crucial sobre la legitimidad y el futuro de la democracia en Colombia. La voz de Europa se alza en defensa de la legalidad y el respeto a los derechos humanos, y el tiempo de actuar es ahora. La democracia colombiana está bajo amenaza, y todos debemos unirnos en esta causa. ¡La situación es urgente!