**Título: La Guerra Mediática: Fernanda Iglesias Responde a las Acusaciones de Ángel de Brito**
En el escándalo más reciente del mundo del espectáculo argentino, Fernanda Iglesias ha estallado en una feroz defensa tras ser traicionada en vivo por el programa de Ángel de Brito, “LAM”. Lo que comenzó como un accidente menor entre la periodista y un repartidor se ha transformado en una batalla mediática que amenaza con desbordar los límites de la credibilidad y la justicia.
El incidente, que ocurrió hace más de tres semanas, involucró un choque sin heridos, pero la situación se complicó cuando el repartidor, Boris Mendoza, comenzó a hostigar a Iglesias a través de redes sociales, pidiéndole dinero y enviándole mensajes que ella califica de extorsivos. En un intento por adelantarse a la narrativa del joven, Fernanda decidió romper el silencio en “Puro Show”, donde expresó su indignación por la cobertura del programa de Brito, acusándolo de tener una clara animosidad en su contra.
La situación se intensificó cuando Boris apareció en “LAM”, alegando abandono y encubrimiento policial, insinuando que Iglesias podría haber estado bajo los efectos del alcohol. Este ataque mediático encendió la furia de la periodista, quien respondió en redes sociales con un contundente mensaje: “La extorsión no puede ser naturalizada ni minimizada”. Fernanda dejó claro que no se quedará callada y que seguirá luchando por la verdad.
Mientras tanto, la audiencia se divide. Algunos apoyan a Iglesias, argumentando que los medios han creado una narrativa en su contra, mientras que otros cuestionan la falta de un test de alcoholemia tras el accidente. La controversia ha desatado un torrente de comentarios en redes sociales, donde el público se siente cada vez más involucrado en esta disputa.
Con una causa judicial en curso y dos relatos opuestos, la pregunta persiste: ¿quién saldrá victorioso en esta guerra mediática? Una cosa es segura: Fernanda Iglesias no se rendirá fácilmente, y este escándalo apenas comienza.