En el mundo del fútbol, pocos enfrentamientos son tan intensos como los protagonizados por Diego Simeone y Lionel Messi. Uno, el estratega incansable que convierte cada partido en una batalla táctica; el otro, el genio incontrolable que parece desafiar las leyes del deporte. Pero incluso un técnico tan meticuloso como Simeone ha tenido que reconocer que, cuando se trata de Messi, la estrategia puede ser inútil.

La imagen de Simeone aplaudiendo un gol de Messi en el minuto 90 de un partido crucial quedó grabada en la memoria de los aficionados. Un gesto insólito que, lejos de ser un signo de resignación, fue una muestra de admiración absoluta. En la rueda de prensa posterior, Simeone explicó su reacción con una sinceridad desarmante: “Hice todo lo posible para detenerlo y organicé bien la defensa, pero cuando marcó me di cuenta de que a Messi, hay que mirarlo y disfrutarlo solo”.

El técnico argentino, conocido por su rigidez táctica y su capacidad para anular a los mejores jugadores del mundo, admitió que Messi es una excepción a todas las reglas. “Si intentas detenerlo, no lo lograrás. Te hará aplaudirlo a pesar de ti mismo, por eso lo aplaudí y se lo merece”. Estas palabras no solo son un elogio a Messi, sino también un testimonio del impacto único que tiene en el fútbol.

Simeone no es el único que ha quedado desconcertado frente a la genialidad de Messi. A lo largo de los años, muchos entrenadores han pasado noches en vela intentando descifrar cómo detenerlo, solo para darse cuenta de que cualquier plan puede ser desmantelado en segundos por la creatividad inagotable del astro argentino. Messi no solo supera defensas; las desarma con elegancia, dejando en su estela un legado de jugadas inolvidables.

El reconocimiento de Simeone es particularmente significativo porque viene de alguien que ha construido su carrera sobre la base del esfuerzo y la disciplina. Sin embargo, incluso él entiende que Messi juega en una dimensión diferente, donde las normas del fútbol tradicional no aplican.

Este episodio es un recordatorio de por qué Lionel Messi trasciende el fútbol. No es solo un jugador que gana partidos; es un artista que obliga a sus rivales a rendirse ante su genialidad. Cuando incluso un estratega como Simeone se rinde al genio de Messi, queda claro que estamos ante algo que va más allá del deporte.

Este fin de semana La Liga de España vuelve a cruzar al Atlético de Madrid del Cholo Simeone ante el Barcelona de Xavi. Aunque el historial beneficia a los catalanes este duelo tiene algo distinto y es que ya no está Leo Messi. De esta gran ausencia para los Culés habló el entrenador argentino.

“Donde esté Messi siempre será determinante, sea en la selección argentina, sea en su equipo actual ahora y lo ha sido siempre en el Barcelona. Es normal que cuando tienes a un jugador de las características de Leo evidentemente hay más posibilidad de ganar”, explicó el Cholo en la conferencia de prensa previa al partido del domingo.

Pero los elogios no quedaron ahí ya que también lo puso a la altura de Diego. “Es como cuando me tocó jugar el Mundial con Maradona. Había una sensación como compañero de que era muy difícil que perdiéramos, porque tienes al mejor y cuando tienes al mejor la posibilidad de ganar siempre son más cercanas”, remarcó el entrenador de su etapa como futbolista junto al entonces capitán de la Selección Argentina.

En el único choque de Simeone ante Xavi Hernández, ya sin Messi, la profundidad y la velocidad de los extremos superó al Atlético en el Camp Nou (4-2). “Empezamos bien el partido, pero ellos, posteriormente, con los extremos bien abiertos, nos generaron por fuera mucho daño. Dembele, Raphinha, Ansu Fati, Memphis… Cualquiera de los que quiera utilizar el Barcelona, en el uno contra uno son jugadores muy importantes”, recordó.

Los números de Messi ante el Atlético de Madrid

Quince de las dieciséis derrotas de Simeone contra el Barcelona fueron con Messi enfrente a lo largo de 30 enfrentamientos, de los que el Atlético también salió vencedor en cuatro ocasiones. En los dos sin él, cuando ya se había ido al París Saint Germain, el equipo rojiblanco ganó uno (2-0 la pasada temporada, en el que fue más superior de todos) y perdió otro (4-2, en el primero de Xavi Hernández).

Messi marcó 15 goles repartidos en catorce duelos, además de entregar tres asistencias. Y en nueve de esos encuentros fue decisivo para la victoria de su equipo. Sin su tanto, el encuentro habría terminado en un empate (en cuatro venció por 0-1 o 1-0 y en cinco por 2-1 o 1-2) o en una derrota, como en el 2-2 de su último duelo con el Barcelona ante el Atlético.