La escudería Red Bull enfrenta una creciente inestabilidad interna que podría influir en la selección de pilotos para la próxima temporada de Fórmula 1. Desde la muerte de su fundador, Didi Mateschitz, el equipo ha estado marcado por tensiones entre su director Christian Horner y el asesor Helmut Marko. Ambos han intercambiado críticas públicas, lo que ha generado una división significativa en la organización, incluso poniendo en riesgo la permanencia de Max Verstappen.
Con Sergio Pérez en la cuerda floja y su contrato para 2025 en revisión, la Red Bull busca un nuevo piloto que complemente a Verstappen. Dos nombres surgen en la conversación: Yuki Tsunoda, quien ha demostrado potencial en la escudería B, y Liam Lawson, que ha impresionado en sus apariciones recientes. Mientras Marko respalda a Tsunoda, Horner parece inclinarse hacia Lawson, argumentando que este último posee las cualidades necesarias para el equipo. A medida que se aproxima el fin de la temporada, la decisión sobre el futuro de Red Bull se vuelve cada vez más crítica.