El mundo de la música se encuentra en shock tras la trágica muerte de Ruby Pérez, un ícono del merengue, quien falleció el 8 de abril de 2025 durante el colapso del Jetset, llevándose consigo a 221 vidas. Diez días después, su fortuna, estimada en 5 millones de dólares, está en el centro de la atención y plantea interrogantes sobre el futuro de su legado y su familia.
Ruby, conocido como la voz más alta del merengue, no solo dejó un vacío musical, sino un patrimonio que refleja su talento y arduo trabajo. Desde su ascenso en las décadas de los 80 y 90 con Wilfrido Vargas, su música resonó en todo el mundo, acumulando éxitos como “Buscando tus besos” y “Enamorado de ella”, generando ingresos que superaron sus sueños más salvajes. Sin embargo, detrás de esta fortuna hay un misterio, ya que el artista siempre mantuvo sus finanzas en la sombra.
Sus siete hijos, entre ellos Zulinka, ahora enfrentan un futuro incierto. Sin un testamento público, la herencia se convierte en un enigma que podría desencadenar tensiones familiares. ¿Quién será el encargado de manejar este legado millonario en medio del duelo? La presión es inmensa, y la necesidad de conservar su nombre y su música se siente más que nunca.
Ruby Pérez no solo fue un artista; también fue un filántropo, conocido por sus actos generosos, incluyendo gastos significativos en celebraciones familiares. Ahora, su riqueza no solo representa un desafío financiero, sino un legado emocional que sus hijos deberán honrar. La tragedia del Jetset ha congelado su fortuna en el tiempo, y mientras su música sigue resonando con millones de oyentes, la familia debe decidir cómo gestionar un patrimonio que podría cambiar sus vidas.
La historia de Ruby Pérez es un recordatorio de que la vida es frágil y que el éxito va más allá del dinero. Su legado musical perdura, pero la pregunta persiste: ¿Cómo se reparte la riqueza de un ícono? La familia Pérez enfrenta la mayor de las pruebas en un momento que ha dejado al país entero en luto. Mientras tanto, la música de Ruby continúa sonando, un eco de su vida y su amor por el arte.