El mundo se encuentra en estado de duelo tras el fallecimiento del Papa Francisco, quien dejó este plano el pasado lunes. En una conmovedora entrevista, su sobrino, José Ignacio Bergoglio, compartió sus sentimientos y recuerdos sobre su querido tío, destacando su lucha por ofrecer “un último gesto de amor” al mundo. Desde su hogar en Itusengo, Buenos Aires, José Ignacio reveló cómo recibió la devastadora noticia y la profunda tristeza que embargó a su familia.
A las seis de la mañana del lunes, el teléfono no dejó de sonar. Al principio, pensó que era un despertador, pero al encender la televisión, se encontró con la cruda realidad: el Papa había partido. José y su familia decidieron no viajar a Roma, eligiendo en cambio permanecer en Argentina para acompañar a su madre en este doloroso momento.
Durante sus años de pontificado, Francisco se destacó por su cercanía con los fieles, y su última aparición en la Plaza de San Pedro fue un reflejo de su carácter. “Era un hombre que se estaba despidiendo, entregando su amor”, dijo José Ignacio. A pesar del sufrimiento que su familia enfrenta, su madre se mantiene fuerte, abrazando la resignación de que su hijo ya no sufre.
José Ignacio también resaltó el coraje y la autenticidad de su tío, un hombre que siempre tuvo tiempo para ayudar a los demás, incluso en su posición de máxima autoridad de la Iglesia Católica. “El verdadero poder es el servicio”, enfatizó, recordando cómo Jorge se preocupaba por los más necesitados, tanto en su vida como sacerdote como en su papel como Papa.
La noticia de su muerte ha causado una oleada de tristeza y congoja en Argentina y el mundo. Sin embargo, su legado de amor y esperanza perdurará. “Hoy tenemos un ángel muy especial cuidándonos”, concluyó José Ignacio, invitando a todos a recordar su mensaje de fe y esperanza.