César Millán, el icónico encantador de perros, ha confirmado lo que muchos sospechaban: su imperio de entrenamiento canino está en ruinas. Tras años de controversias y escándalos, la verdad detrás de su vida y carrera ha salido a la luz, dejando a sus seguidores y detractores en estado de shock. Desde métodos de adiestramiento cuestionables hasta un colapso financiero devastador, el legado de Millán se desploma.
Investigadores han pasado más de tres años desentrañando los secretos oscuros de la antigua finca de Millán en Los Ángeles, revelando documentos que exponen su caída. Sus técnicas, en el ojo del huracán por ser consideradas obsoletas y dañinas, ahora son objeto de un análisis profundo. En 2021, salieron a la luz los resultados de esta indagación: prácticas que en su momento fueron aclamadas han sido señaladas como abusos por expertos en comportamiento animal.
La vida personal de Millán también ha sido un torbellino. Tras la muerte de su querido perro Daddy y su posterior divorcio, su salud mental se resquebrajó, llevando al entrenador al borde del suicidio en 2010. A pesar de salvarse, su imagen pública sufrió un duro golpe que nunca logró recuperar del todo.
Ahora, documentos financieros han revelado que su imperio, una vez valorado en más de 25 millones de dólares, enfrenta deudas millonarias. Varias de sus empresas han solicitado reorganización financiera, y las críticas hacia su enfoque han crecido exponencialmente. Las grabaciones encontradas en su propiedad muestran un lado aún más oscuro de su método, evidenciando la angustia de los animales que supuestamente rehabilitaba.
Mientras el mundo observa cómo se desmorona un ícono, César Millán se enfrenta a un futuro incierto. A medida que la verdad se desvela, el debate sobre su legado se intensifica, marcando un capítulo sombrío en la historia del entrenamiento canino. La pregunta ahora es: ¿podrá Millán reinventarse una vez más, o la caída de su imperio será definitiva?