**10 Celebridades DEVORADAS por el SIDA: Fallecieron en AGONÍA y en el OLVIDO**
En un impactante recordatorio del oscuro legado del SIDA, diez celebridades que una vez brillaron intensamente en el firmamento del espectáculo han sido devoradas por una enfermedad que no solo fue un tabú en su tiempo, sino que también marcó sus destinos con tragedias inimaginables. Desde actores icónicos hasta estrellas de la música, sus historias se entrelazan con el escándalo, el rechazo y la soledad, sumidos en un silencio que aún resuena en la industria.
Maricruz Olivier, la diva del drama mexicano, vivió bajo la sombra de rumores y secretos. A pesar de su estrellato, su vida personal fue un laberinto de soledad y escándalos. Al final, su muerte, oficialmente por cáncer de páncreas, dejó espacio para la especulación sobre un posible contagio de SIDA, una posibilidad que nunca se confirmó.
Roberto Cobo, conocido como “El Calambres”, rompió barreras en el cine, pero su valentía fue eclipsada por un final solitario. Su fallecimiento, atribuido a complicaciones cardíacas, encierra el misterio de un artista cuya vida fue oscurecida por el estigma social.
Miguel Alcántara, una estrella en ascenso, fue hallado muerto en su hogar, en un estado de abandono. Su muerte, inicialmente atribuida a leucemia, reveló la verdad oculta: medicamentos para el tratamiento del SIDA fueron encontrados entre sus pertenencias.
Los ecos de estos trágicos destinos no cesan con ellos. Freddy Mercury, el ícono de Queen, enfrentó la agonía de una enfermedad que lo consumió, mientras que figuras como Enrique Álvarez Félix y Héctor Lavoe también se suman a la lista de artistas cuyas vidas fueron marcadas por el silencio y el dolor.
La comunidad artística, en su mayoría, ha evitado confrontar el impacto devastador del SIDA; un legado de estigmas que persiste. Las historias de estos talentos, que una vez iluminaron el escenario, se han convertido en recordatorios de una lucha que aún continúa en el olvido. ¿Cuántas más quedan por contar? La verdad sigue siendo un misterio, y el tiempo avanza sin piedad.