**Fallecidos gay de la época de oro con apasionados romances con otros actores**
En el fascinante y a menudo oculto mundo del cine de oro mexicano, emergen historias de amor apasionadas y trágicas que han permanecido en la penumbra, ahora resurgiendo con fuerza tras las muertes de sus protagonistas. Estos relatos, llenos de misterio y controversia, revelan romances entre algunos de los actores más icónicos de la época, desafiando las normas sociales de su tiempo.
Noé Murayama, un destacado actor del cine de oro, mantuvo su vida personal envuelta en secretos, incluso mientras se especulaba sobre un romance con Fernando Colunga durante la grabación de la telenovela “Esmeralda” en 1997. A pesar de la diferencia de edad y los problemas de salud de Murayama, su repentina muerte dejó un vacío en la industria y avivó rumores de un amor oculto que nunca fue confirmado. Testigos afirman que Colunga fue visto llorando desconsoladamente en el set, intensificando las especulaciones sobre su relación.
Otra historia conmovedora es la de Ramón Gay, asesinado en 1960, cuya supuesta relación con Arturo de Córdoba se convirtió en un tema candente tras su muerte. Los lamentos de de Córdoba junto al ataúd de Gay hicieron eco en el medio artístico, dejando preguntas sin respuesta sobre un amor que nunca se atrevieron a revelar.
El actor Frank Moro, cuya carrera se vio marcada por un romance con el director Ernesto Alonso, también enfrentó un trágico final. Su muerte en 1993, a los 49 años, dejó un legado de especulaciones sobre su vida privada, mientras que el vínculo entre Sara García y Rosario González continúa siendo un misterio que fascina a generaciones.
Estas historias no solo revelan las luchas y los amores ocultos de figuras icónicas, sino que también reflejan una época en la que los secretos se tejían en la trama del espectáculo. En un mundo donde el amor debía ser silenciado, estos relatos cobran vida, invitando al público a explorar el lado oculto de las estrellas del cine mexicano.