La trágica muerte de Margarito Esparza, el icónico actor y comediante mexicano, ha conmovido al país. A los 79 años, Esparza falleció el 15 de mayo de 2016 en Puebla, víctima de una neumonía complicada que debilitó su organismo. La historia de su vida, marcada por la lucha y el talento, ha resurgido con fuerza tras su partida, revelando la profunda soledad y las adversidades que enfrentó en sus últimos años.
Desde su búsqueda desesperada de empleo hasta su actuación como cantante en camiones de carga, Margarito vivió una vida llena de altibajos. Su salud se deterioró tras quedar empapado por la lluvia, lo que desencadenó una infección mortal. A pesar de ser trasladado de urgencia al Hospital Regional de Puebla, su estado era crítico y su pronóstico, sombrío.
El fallecimiento de Esparza no solo dejó un vacío en el mundo del espectáculo, sino que también desató una ola de indignación tras la publicación de fotografías inapropiadas de él en el hospital. La falta de respeto por parte del personal médico ha generado críticas en redes sociales y una disculpa pública del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.
Margarito, conocido como el “actor más pequeño del mundo” debido a su estatura de 70 centímetros, dedicó su vida a la comedia y la música, dejando un legado imborrable en la época dorada del cine mexicano. Su funeral se convirtió en un emotivo homenaje, donde admiradores y familiares se reunieron para rendir tributo a un hombre que, a pesar de las adversidades, siempre llevó en alto el nombre de Sinaloa.
La historia de Margarito Esparza es un recordatorio desgarrador de la lucha por la dignidad y el reconocimiento en el mundo del espectáculo, un legado que perdurará en la memoria de quienes lo admiraron.