El mundo del espectáculo argentino se encuentra en shock tras la sorpresiva partida de Atilio Veronelli, un ícono del humor y el teatro nacional, quien falleció a los 65 años el pasado 23 de febrero. Su velorio, realizado en Villa Crespo, se convirtió en un escenario de tristeza y desilusión, ya que la gran mayoría de sus colegas brillaron por su ausencia, dejando un eco de soledad en un momento que debería haber sido de homenaje.
Veronelli, conocido por su trabajo en producciones emblemáticas como “Casados con hijos”, “Los Roldán” y “Los Simuladores”, dejó un legado imborrable en la televisión y el teatro argentino. Sin embargo, su despedida estuvo marcada por la falta de figuras del espectáculo que lo acompañaran en su último adiós. Solo unos pocos, como Esmeralda Mitre, Gustavo Luteral y Hugo Varela, se presentaron para rendir homenaje a un artista que había compartido risas y escenarios con ellos.
La ausencia de grandes nombres, incluida la famosa Susana Jiménez, ha generado indignación y especulación en el ambiente artístico. La diva, quien siempre fue elogiada por Veronelli, no emitió ningún comentario sobre su fallecimiento, lo que ha dejado a muchos preguntándose: ¿por qué tan poco reconocimiento en vida? La frialdad de su despedida contrasta con la brillante trayectoria del comediante, quien también fue guionista y dramaturgo, dejando su huella en el corazón de millones de argentinos.
A medida que el luto se apodera de la comunidad artística, la pregunta persiste: ¿debería el espectáculo argentino rendir homenaje a sus grandes talentos mientras aún están entre nosotros? Atilio Veronelli se va, pero su legado perdurará en el recuerdo de quienes disfrutaron de su arte.