La tumba de Ruby Pérez, el icónico cantante que dejó una huella imborrable en la música, ha sido abierta finalmente, y lo que se encontró dentro ha dejado a todos en shock. Tras más de dos meses de rumores y alertas sobre fenómenos extraños en el cementerio Puerta del Cielo, las autoridades decidieron actuar tras recibir una inquietante carta anónima que advertía sobre movimientos en la tumba. Este martes, un equipo forense y judicial ingresó al lugar, y lo que descubrieron fue escalofriante: el ataúd estaba vacío.
El ambiente se tornó tenso cuando el forense, al abrir el ataúd, solo encontró un traje blanco cuidadosamente doblado y una misteriosa hoja amarilla que decía: “no lo entierres donde su alma no canta”. Testigos presenciales quedaron paralizados, y uno de los inspectores se desmayó al escuchar esta revelación. La confusión reinó mientras los rumores de un pacto o profanación comenzaron a circular.
Lo más inquietante es que las cámaras de seguridad no registraron ninguna actividad sospechosa desde el entierro. Sin embargo, un trabajador del cementerio confesó haber visto una flor blanca fresca sobre la lápida de Ruby cada mañana, una flor que desafiaba las leyes de la naturaleza. Además, una mujer mayor, Tomasa, afirmó haber visto al cantante en carne y hueso, cantando al borde de un lago.
Las teorías sobre una liberación espiritual o un escape de Ruby Pérez están en boca de todos. La situación se complica aún más con la aparición de una carta escrita por el propio artista, donde se pedía que su cuerpo no quedara donde no se escuchara su canto. Las autoridades han cerrado el caso, pero el misterio permanece. Cada noche, quienes se acercan al lago afirman escuchar su voz, un eco que resuena en el alma de quienes lo recuerdan. La leyenda de Ruby Pérez no ha hecho más que comenzar.