**¡LA LLAMADA MÁS ESCALOFRIANTE! La esposa de Miguel Uribe no soportó la llamada del doctor**
Una llamada desgarradora sacudió la vida de María Claudia, esposa de Miguel Uribe, cuando el doctor le informó que su esposo había sufrido una grave crisis de salud. “La situación es sumamente grave”, fueron las palabras que resonaron como un eco aterrador en su mente. Un edema cerebral había puesto en peligro la vida de Miguel, y cada segundo contaba.
La angustia se apoderó de María Claudia mientras el médico le pedía que se dirigiera al hospital de inmediato. Con el corazón palpitando y las manos temblorosas, sintió que el mundo se desmoronaba a su alrededor. “Por favor, dígame que está consciente”, rogó, aferrándose a la esperanza. Pero la respuesta fue desoladora: “Está sedado y conectado a un respirador”.
Al llegar a la clínica, el ambiente frío y estéril la recibió con el eco de máquinas que marcaban la lucha de su marido por sobrevivir. María Claudia, con cada paso, sentía que el tiempo se detenía. Al entrar en la unidad de cuidados intensivos, la imagen de Miguel rodeado de cables y monitores la estremeció. Su rostro pálido y los labios entreabiertos le recordaron la fragilidad de la vida.
El doctor, con voz grave, le explicó que el pronóstico era reservado y que la presencia de la familia era crucial. “Es posible que ya no tengamos mucho tiempo”, añadió, dejando caer una losa de desesperanza sobre ella. Con lágrimas en los ojos, María Claudia se inclinó sobre su esposo, susurrándole promesas y recuerdos, esperando que, de alguna manera, él pudiera escucharla.
La situación es crítica y la espera se siente interminable. La historia de Miguel Uribe se escribe en cada latido, en cada suspiro, mientras María Claudia se aferra a la esperanza de que el amor que comparten pueda vencer a la adversidad. La comunidad está en vilo, esperando ansiosamente noticias sobre su evolución, mientras la vida sigue su curso ajena al dolor que se vive en el hospital.