**Los Números en Rojo de Milei: Una Crisis que No Se Puede Ocultar**
En un panorama económico desolador, los números en rojo del gobierno de Javier Milei se han vuelto imposibles de ignorar. En medio de una creciente ola de desempleo y un endeudamiento vertiginoso, el ministro de Economía, Luis Caputo, enfrenta un creciente descontento social mientras la balanza de pagos del país registra cifras alarmantes.
Durante una reciente manifestación frente al Ministerio de Economía, trabajadores estatales expresaron su indignación ante la falta de aumentos salariales y la eliminación de derechos laborales, como el día no laborable. “No llegamos a fin de mes”, clamaban, mientras se hacían eco de un sentimiento generalizado de desesperación. Según informes del INDEC, el turismo receptivo ha caído un 10% interanual, mientras que las salidas de argentinos al exterior aumentaron un 48,9%. Esto revela que cada vez es más caro visitar Argentina, una situación insostenible para la economía local.
La balanza de pagos muestra un déficit de más de 5,000 millones de dólares en el primer trimestre, un signo claro de que la economía se encuentra en una encrucijada. A medida que el gobierno emite letras a tasas de interés que superan el 40%, muchos se preguntan: ¿quién se beneficia realmente de esta estrategia? Mientras tanto, la morosidad en créditos personales y tarjetas de crédito alcanza niveles récord, dejando a la clase trabajadora atrapada en un ciclo de deudas.
En el Congreso, la situación se torna aún más tensa. La falta de respuestas por parte de los funcionarios ante las acusaciones de estafa en el caso Libra ha llevado a un clima de desconfianza. Mientras tanto, el presidente Milei continúa atacando a los medios y a los periodistas que se atreven a cuestionar su gestión, creando un ambiente hostil para el periodismo independiente.
Con una economía tambaleándose y un gobierno que parece más preocupado por la imagen que por la realidad, la pregunta que resuena en las calles es clara: ¿hasta cuándo podrán ocultar los números en rojo? La respuesta, en un año electoral, podría definir el futuro de Argentina.