**La MUERTE De RUBBY PÉREZ Como NUNCA te la CONTARON!**

La noche del 7 de abril de 2023, Santo Domingo fue testigo de una tragedia inimaginable en el emblemático club Jetset, donde el legendario merenguero Ruby Pérez se preparaba para un concierto que prometía ser inolvidable. Sin embargo, lo que comenzó como una celebración terminó en un caos desgarrador cuando el techo del local colapsó, dejando decenas de víctimas atrapadas y una nación en duelo.

El ambiente estaba cargado de emoción y expectativa cuando las puertas se abrieron, pero bajo la superficie brillosa del club se ocultaban advertencias ignoradas. Desde un devastador incendio en 2023, Jetset había sido reparado de manera apresurada, dejando sus cimientos comprometidos. Los vecinos habían alertado sobre vibraciones y ruidos extraños, pero la indiferencia de las autoridades y la codicia del propietario, Antonio Espayat, hicieron que las advertencias cayeran en el vacío.

A medida que Ruby Pérez subía al escenario, el público estalló en aplausos y vítores, sin saber que su ídolo estaba a punto de vivir sus últimos momentos. En medio de la música, un primer crujido resonó en el aire, seguido de un estruendo ensordecedor cuando el techo se desplomó, aplastando a quienes se encontraban bajo él. El caos se apoderó del lugar: gritos, empujones y desesperación llenaron el ambiente mientras los asistentes buscaban una salida entre escombros y humo.

Los primeros equipos de rescate llegaron casi 40 minutos después del colapso, enfrentándose a una escena de horror. Ruby fue encontrado muerto, atrapado entre los escombros, y la noticia de su trágica muerte se esparció rápidamente, desatando una ola de luto y furia en todo el país. La indignación creció al revelarse que la tragedia era evitable, resultado de una negligencia sistemática y un encubrimiento de las advertencias.

El pueblo dominicano, unido en su dolor, exige justicia y respuestas. La tragedia de Jetset no solo se recuerda como la pérdida de un ícono musical, sino como un llamado urgente a la acción para garantizar la seguridad y la responsabilidad en cada rincón del país. La voz de Ruby Pérez, ahora símbolo de lucha, resuena más allá de su música, instando a una nación a no olvidar las lecciones de aquella fatídica noche.