Ávalos lanza una acusación explosiva contra Pedro Sánchez, afirmando que el presidente del Gobierno le filtró información confidencial sobre una investigación de la UCO que afecta a Koldo. En una declaración impactante, Ávalos sostiene que Sánchez ha cometido al menos tres delitos: filtración de información, encubrimiento de delitos y obstrucción a la justicia. Este giro inesperado en la trama política española podría marcar un antes y un después en la relación entre ambos políticos.
La gravedad de estas acusaciones no puede subestimarse. Ávalos, quien ha sido un aliado cercano de Sánchez, parece estar en una posición desesperada, sugiriendo que su futuro depende de la justicia y no de la protección del presidente. La presión aumenta sobre Sánchez, quien, según informes, ha estado intentando desmantelar la UCO, pero cada día que pasa, la situación se vuelve más complicada.
El juez Puente, encargado de esta crucial investigación, tiene en sus manos el destino de varios implicados, incluyendo a Cerdán, Ávalos y Koldo. La posibilidad de que la UCO continúe su labor bajo la dirección actual se torna incierta, y la presión sobre Sánchez para actuar se intensifica. Si no puede manejar la situación, sus intentos de proteger a Ávalos podrían resultar en un colapso total de su apoyo político.
Las palabras de Ávalos son un claro mensaje a Sánchez: el tiempo de actuar es ahora. Con cada nuevo escándalo que emerge, la capacidad del presidente para mantener el control se desvanece. La colaboración de Koldo con la justicia y las grabaciones que han surgido complican aún más el escenario. La amenaza de que más información se haga pública es inminente, y el reloj sigue corriendo. La crisis está lejos de resolverse, y la presión sobre Sánchez nunca ha sido tan intensa.