Los Sanfermines 2023 han comenzado con una explosiva controversia política que ha dejado a todos boquiabiertos. Durante el tradicional chupinazo en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona, miles de asistentes abuchearon al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lanzando un grito que se ha vuelto viral: “¡Hijo de p…!” Este cántico, que muchos ya consideran el nuevo himno popular, ha resonado con fuerza, evidenciando un profundo descontento ciudadano.
A pesar del bullicio característico de las fiestas, quienes estuvieron presentes aseguran que el rechazo fue masivo y perfectamente audible. La presidenta socialista de Navarra, María Chivite, también estuvo en el acto y no pudo ocultar su incomodidad ante los abucheos, una reacción que se suma a la creciente presión sobre su figura, especialmente tras su vinculación con el caso Coldo y las acusaciones de corrupción que salpican al entorno socialista.
El ambiente festivo que tradicionalmente simboliza unidad y tradición se ha visto empañado por la indignación popular, revelando una fractura social que muchos ciudadanos ya no pueden ignorar. Las críticas hacia el Gobierno de Sánchez, acusado de corrupción y falta de transparencia, han penetrado incluso en espacios que antes parecían impermeables a la disidencia.
Lo ocurrido en Pamplona es un claro indicativo de que el descontento con el sanchismo ha alcanzado un punto de ebullición. La fiesta de San Fermín, que debería ser un momento de celebración, se ha convertido en un escenario de protesta y rechazo. La creciente indignación de la ciudadanía no se puede silenciar, y las imágenes del evento ya están dando la vuelta al país, capturando un momento que podría marcar un antes y un después en la política española.