Trágica noticia sacude al mundo del fútbol: Diogo Jota, estrella del Liverpool, y su hermano André han perdido la vida en un espantoso accidente de tráfico en la A52, España. Los dos hombres fueron encontrados gritando entre las llamas de su Lamborghini Urus, atrapados en un infierno del que nadie pudo sacarlos.
El fatídico suceso ocurrió a las 12:40 de la madrugada. Testigos presenciales relatan que el vehículo, que circulaba a alta velocidad, se salió de la vía tras un reventón en el neumático trasero izquierdo. A pesar del impacto no letal, el horror se desató cuando el fuego consumió rápidamente el automóvil, dejando a los hermanos sin posibilidad de escapar. “Estaban vivos, gritaban pidiendo ayuda”, afirmó un testigo, su voz quebrada por la desesperación.
Los primeros en llegar al lugar intentaron romper las ventanas con piedras y extintores, pero el calor era insoportable. La policía llegó 20 minutos después, pero para entonces, todo había terminado. “El fuego fue más rápido que nosotros”, lamentó un testigo que presenció la escena, donde los gritos desgarradores de Diogo y André resonaban en la noche.
Los informes iniciales sugieren un accidente mecánico, pero la comunidad está dividida. ¿Por qué el fuego se propagó tan rápido? ¿Por qué no había grabaciones del suceso? La desaparición del celular de Diogo, un posible testigo clave, ha avivado las sospechas de que algo más oscuro podría haber ocurrido. Las teorías de una persecución o un acto deliberado han comenzado a circular, alimentadas por un video viral de un testigo que asegura haber visto un coche negro siguiendo al Lamborghini.
La familia Jota ha pedido privacidad en este momento doloroso, pero el clamor por respuestas crece. La curva del accidente, ahora conocida como “la curva del grito”, se ha convertido en un lugar de homenaje, mientras millones se preguntan qué realmente sucedió aquella fatídica noche. La historia de Diogo Jota y su hermano no termina aquí; el eco de sus voces sigue resonando, demandando justicia y verdad.