La salud de Alejandra “Locomotora” Oliveras ha tomado un giro devastador, dejando a sus seres queridos y seguidores en estado de shock. Damián, un cercano a la situación, reveló que el daño cerebral que sufre es irreversible, resultado de un accidente cerebrovascular (ACB) vinculado a un grave antecedente de hipertensión. “La noticia me cayó como un balde de agua fría”, expresó Roña Castro, quien habló sobre la profunda tristeza que siente por la situación de su colega.
Según el director del Hospital Cuyen, la carótida primitiva izquierda de Oliveras estaba obstruida en un 90%, un hecho que no se había detectado en chequeos previos. Este alarmante descubrimiento ha generado preguntas sobre la salud de la boxeadora, quien, a pesar de su éxito, no se sometió a estudios que pudieran haber prevenido esta tragedia. “Es un llamado de atención”, advirtió el médico que la operó, enfatizando la gravedad de su condición.
En medio de la incertidumbre, los hijos de Oliveras han intentado mantener la privacidad familiar, mientras que el entorno de la boxeadora ha negado cualquier implicación de consumo de anabólicos, a pesar de que algunos médicos han señalado que su cuerpo presenta características compatibles con su uso. “Es complicado hablar de esto ahora”, comentó Castro, reconociendo la dificultad de abordar el tema en un momento tan crítico.
Mientras el mundo del boxeo y sus seguidores esperan noticias sobre su estado, la comunidad se une en un clamor por la salud de una figura que ha inspirado a muchos. La situación sigue siendo delicada y los médicos continúan evaluando su condición. La familia y amigos de Oliveras se aferran a la esperanza, mientras que la preocupación por su salud se intensifica.