La cremación del cuerpo de la campeona mundial de boxeo “Locomotora” Olivera ha sido suspendida de manera inesperada tras una denuncia de homicidio que ha sacudido a la comunidad. La medida, dispuesta por la justicia, se produce en medio de un clima de conmoción y duelo, justo después de que se llevaran a cabo dos ceremonias de despedida: una íntima para la familia y otra pública en la legislatura de Buenos Aires.
Los hijos de Olivera se encuentran en la fiscalía de Santa Fe, donde se reunirán con el fiscal para solicitar que se desestime la denuncia que ha frenado la cremación. Esta denuncia, que alega que la muerte de la boxeadora está relacionada con el consumo de anabólicos y menciona una red de suministro de sustancias prohibidas, ha llevado a las autoridades a actuar con celeridad. La familia, que había planeado despedirse de su madre hoy, se muestra angustiada y desea que su madre pueda descansar en paz.
La conmoción en la legislatura fue palpable, con miles de admiradores y figuras del ámbito político rindiendo homenaje a una figura querida en la comunidad. Sin embargo, la sombra de la denuncia ha empañado el duelo, generando un debate sobre el oscuro mundo del dopaje en el deporte.
Mientras tanto, los hijos de Olivera, que han mantenido un perfil bajo, se preparan para enfrentar los desafíos legales que se avecinan. La situación es crítica y la atención de los medios se centra en cómo se desarrollarán los acontecimientos en las próximas horas. La justicia ha dispuesto una pausa de 72 horas en la cremación, pero la familia está decidida a que se haga justicia y que la memoria de “Locomotora” no sea manchada por acusaciones infundadas. La comunidad espera respuestas y justicia en un caso que ha capturado la atención nacional.