**La angustia de la familia Ortega: Martín, hijo de Palito, internado por crisis de salud mental**

La angustia se apodera de la familia Ortega tras la reciente internación de Martín Ortega, hijo del icónico cantante Palito Ortega. En un giro inesperado, Martín fue llevado de urgencia a una clínica de salud mental, un episodio que ha reavivado el debate sobre la salud mental en Argentina y el impacto que tiene en las familias.

Según informes, la situación se tornó crítica cuando un llamado al 911 alertó sobre el estado de Martín, quien fue considerado un peligro para sí mismo y para los demás. La intervención se llevó a cabo bajo un protocolo de internación involuntaria, lo que subraya la seriedad del momento. Acompañado por su hermana Julieta, Martín fue trasladado en una ambulancia del SAME, dejando a sus seres queridos con una mezcla de preocupación y dolor.

La madre de Martín, la actriz Evangelina Salazar, ha compartido abiertamente el difícil camino que ha recorrido la familia desde que se enteraron de la orientación 𝑠e𝑥ual de su hijo. En una emotiva entrevista, Evangelina reveló que la noticia fue un duro golpe para ellos, pero también un punto de inflexión que les permitió entender el sufrimiento que había enfrentado Martín a lo largo de los años. “Ahí entendí muchas cosas, mi chiquito ha sufrido en el colegio de una manera increíble”, confesó, enfatizando el papel crucial que juega el amor y la comprensión en la vida de su hijo.

La internación de Martín plantea preguntas inquietantes sobre el estado de la salud mental en el país. La falta de recursos y la rigidez de las leyes dificultan el acceso a tratamientos adecuados, dejando a muchas familias en una situación desesperante. El caso de Martín Ortega resuena con la experiencia de innumerables argentinos que luchan contra la invisibilidad de los problemas de salud mental.

La historia de la familia Ortega es un recordatorio poderoso de que detrás de cada figura pública hay una lucha personal, y que el amor y la empatía son fundamentales en momentos de crisis. En este contexto, la salud mental debe ser una prioridad, no solo para los individuos, sino para toda la sociedad.