Un tenso momento en vivo sacudió la pantalla de América cuando Pamela David sometió a Hernán Drago a un interrogatorio inesperado y cargado de insinuaciones durante su programa “Desayuno Americano”. Lo que comenzó como una conversación distendida rápidamente se transformó en un espectáculo incómodo que dejó a los espectadores atónitos y a las redes sociales en llamas.
Desde el primer instante, la atmósfera se tornó palpable. Pamela, figura emblemática del canal y esposa del dueño de América, se mostró visiblemente nerviosa, pero no por incomodidad, sino por una fascinación que parecía desbordar. Sus miradas fijas y sonrisas contenidas contrastaban con la calma habitual de Drago, quien, tras una serie de entrevistas tranquilas, se encontró en un terreno inesperado.
La conductora, en un intento por explorar la vida personal del modelo, no dudó en lanzarle preguntas sobre infidelidades, justo en medio de un escándalo mediático que sacudía el país. “¿Vos serías infiel, Hernán? ¿Nunca te pasó que te tentaste un poquito?”, preguntó con insistencia. Drago, manteniendo su compostura, respondió con firmeza, pero la presión aumentaba. Cada intento de Pamela por llevar la conversación hacia temas más personales parecía incomodar a Drago, quien buscaba apoyo fuera de cámara y cruzaba los brazos en un gesto defensivo.
Las redes sociales no tardaron en reaccionar, generando un aluvión de comentarios que oscilaban entre la defensa de la conductora y la condena a su comportamiento. Muchos se preguntaban si el juego de seducción había cruzado una línea peligrosa, mientras otros defendían la picardía de la entrevista. “¿Qué pasaría si el rol estuviera invertido?”, se cuestionaban los críticos, señalando que la dinámica era inaceptable independientemente de quién estuviera en el centro del interrogatorio.
Aunque ni Drago ni David han hecho declaraciones públicas sobre el episodio, el eco de este incómodo momento sigue resonando en el ámbito mediático. ¿Fue solo una entrevista desafortunada o un claro ejemplo de abuso de poder? La tensión entre figuras del medio parece estar en su punto más álgido, y el futuro de esta dinámica en la televisión argentina es incierto.