**A sus 57 años, Johnny Lozada Rompe el silencio dejando al mundo CONMOCIONADO**

En un giro inesperado que ha dejado a millones de fanáticos en estado de shock, Johnny Lozada, exintegrante del icónico grupo Menudo, ha decidido romper su silencio sobre los oscuros secretos que rodean su carrera y la de sus compañeros. A sus 57 años, Lozada ha revelado una verdad desgarradora que ha sacudido los cimientos de una de las bandas más queridas de la historia del pop latino.

Durante décadas, Johnny fue visto como el niño perfecto, el ícono de la alegría y el éxito. Sin embargo, lo que parecía ser una vida de ensueño se convirtió en una pesadilla para muchos. En un emotivo video, Lozada habla sin filtro sobre los abusos, la manipulación y el miedo que marcaron su infancia en la industria musical. “Menudo fue un sueño para mí, pero sé que para otros fue una pesadilla”, confiesa con la voz entrecortada.

La revelación llega en un momento crítico, tras el estreno de la serie “Súbete a mi moto” en 2020, que reavivó las heridas de un pasado que muchos preferían olvidar. Johnny no está solo en su lucha; otros exintegrantes, como Roy Roselló y Angelo García, han alzado la voz, compartiendo sus propias experiencias de abuso y trauma. “Escuché a Roy y se me heló la sangre”, admite Lozada, quien revela que, aunque él no sufrió abusos directos, sí fue testigo de un sistema tóxico que exprimía a los niños hasta el agotamiento.

Lozada describe un ambiente de trabajo donde la presión era incesante y los gritos de los adultos resonaban, mientras los niños eran obligados a sonreír y actuar, incluso en los momentos más difíciles. “Había cosas raras, cosas que no parecían normales, pero uno no las entendía con 11 años”, reflexiona. La verdad que hoy comparte es un grito de justicia para aquellos que no pudieron hablar antes, un intento de validar el dolor de sus compañeros.

El exintegrante de Menudo se enfrenta a su pasado con valentía, reconociendo que el éxito del grupo se construyó sobre el sufrimiento de muchos. “Era un sistema que reemplazaba niños como si fueran piezas”, dice, mientras se pregunta dónde estaban los adultos que debían proteger a esos niños. Su revelación se convierte en un llamado a la acción, una exigencia de justicia que resuena en el corazón de quienes crecieron con su música.

Con lágrimas en los ojos, Johnny Lozada se coloca del lado de los que han sufrido, reafirmando su compromiso de no mirar hacia otro lado. “No puedo invalidar a nadie. El dolor es real”, asegura, mientras su voz se quiebra al recordar las historias de sus compañeros. Su valentía al hablar de estos temas sensibles marca un antes y un después en la narrativa de Menudo y en la historia del entretenimiento latino.

A medida que la atención se centra en las denuncias de abuso que siguen siendo investigadas, Johnny se convierte en una figura clave en la lucha por la justicia. Su historia no solo es un testimonio de supervivencia, sino también un recordatorio de que la fama no siempre brilla con luz propia. “Menudo cambió mi vida, pero también fue una fábrica. Algunos salimos ilesos, otros no”, concluye Lozada, dejando claro que su viaje no ha terminado.

Hoy, Johnny Lozada no solo es un ícono de la música, sino también una voz valiente que exige que se escuche a aquellos que han callado durante demasiado tiempo. Su historia es un llamado a la reflexión, una invitación a mirar más allá de la fama y a reconocer las sombras que a menudo se esconden detrás de la sonrisa de un artista.