Una imagen publicada por el Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD) el 30 de septiembre muestra que un caza ruso voló a una distancia peligrosa de los aviones de combate de la Fuerza Aérea de EE. UU. desplegados frente a la costa de Alaska.
Según NORAD, este encuentro ocurrió el 23 de septiembre de 2024.
Cuatro aviones militares rusos, incluidos bombarderos Tu-95, fueron detectados en la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Alaska. Estas acciones forman parte de la Operación Noble Eagle, destinada a garantizar la soberanía aérea y la defensa de América del Norte.
Este evento también está relacionado con el ejercicio militar “Ocean-2024” llevado a cabo por Rusia, que cuenta con la participación de fuerzas chinas.
Las imágenes capturadas sugieren que un F-16 de la Fuerza Aérea de EE. UU. pudo haber sido movilizado para monitorear el vuelo y recolectar la mayor cantidad de información de inteligencia posible sobre los bombarderos rusos.
Todo parecía normal en los primeros segundos. De repente, un Su-35 ruso entra en el marco desde la izquierda del F-16, realizando una maniobra que EE. UU. considera peligrosa, posiblemente siendo la primera vez que se registra una acción tan cercana.
El Su-35 se aproxima en un vuelo horizontal y luego se inclina abruptamente a la derecha, girando 90 grados y ofreciendo al piloto del F-16 una buena vista del Su-35. El Su-35 evita la nariz del F-16, comúnmente llamada “nariz radar” porque contiene la antena del radar del caza. El F-16 tiembla en el aire, posiblemente debido a la estela del motor ruso o a las maniobras del piloto. En respuesta, el piloto del F-16 maniobra para garantizar su seguridad, imitando al avión ruso inclinándose 80-90 grados hacia la derecha.
“El comportamiento del Su-35 ruso es inseguro, poco profesional y peligroso para todos. No es algo que se espere de una fuerza aérea profesional”, declaró el general Gregory Guillot, comandante de NORAD, en un comunicado.
NORAD informó anteriormente que había detectado y monitoreado aviones militares rusos operando cerca de Alaska en cuatro días: 11, 13, 14 y 15 de septiembre.
En julio de 2024, dos Tu-95 rusos y dos H-6 chinos ingresaron a la Zona de Identificación de Defensa Aérea de Alaska. Los bombarderos fueron interceptados por cazas F-16 y F-35 de EE. UU., junto con CF-18 de Canadá y otros aviones de apoyo, confirmó un funcionario de defensa estadounidense a CBS News.
La frecuencia de las incursiones rusas en esta área varía anualmente. Según NORAD, el promedio es de seis o siete veces al año, pero ha aumentado recientemente, con 26 incursiones el año pasado y 25 en lo que va de este año.
Estos encuentros cercanos pueden tener consecuencias graves. Existe un riesgo real de que las tensiones se intensifiquen, ya que cualquier error o comportamiento agresivo podría provocar disputas diplomáticas o conflictos militares.
Históricamente, estos eventos a menudo conducen a presupuestos militares más altos y a una mayor preparación del país afectado, exacerbando las tensiones en las relaciones entre EE. UU. y Rusia.
La diferencia tecnológica entre los cazas rusos y estadounidenses también juega un papel importante en estos encuentros. El Su-35 ruso cuenta con una movilidad superior y sistemas electrónicos avanzados, lo que le permite realizar maniobras de ataque cercanas a los aviones enemigos.
Por otro lado, el F-16 de EE. UU. es elogiado por su capacidad de combate y su integración especial con sistemas de inteligencia, mejorando su habilidad para adaptarse rápidamente a situaciones de combate cambiantes.