El fútbol, además de ser un deporte, es un lazo que une corazones y trasciende generaciones. Una historia encantadora sobre esto es la de Ángel Di María y su hija, quienes vivieron un momento inolvidable con el legendario Lionel Messi.
Desde pequeña, la hija de Di María escuchaba a sus compañeros de clase hablar sobre Messi, alimentando así una admiración profunda por él. Un día, su maestra le sugirió que le pidiera a su papá conocer al astro argentino, considerándolo “el mejor jugador de la historia”. A partir de entonces, esa fue su gran ilusión.
En el Mundial de Rusia 2018, Di María tuvo la oportunidad de hacer realidad el sueño de su hija. Aprovechó el momento para presentarle a Messi, cumpliendo así su promesa. La reacción de la pequeña fue tan genuina como conmovedora: lo miraba con admiración y repetía emocionada, “¡Es Messi, es Messi papá, míralo!”. Para ella, era como si estuviera en un sueño.
Pasaron el día juntos, compartiendo risas y anécdotas. Al final del encuentro, la niña le pidió a Messi que firmara un autógrafo especial. Cuando él le preguntó para quién era, ella respondió: “Es para mi maestra”. De regreso a Argentina, le entregó a la profesora la fotografía y el autógrafo, acompañado por una dedicatoria que decía: “Mi foto con el mejor jugador”.
Historias como estas revelan el poder del fútbol para crear momentos mágicos y recuerdos eternos. Di María y Messi no solo compartieron el campo como compañeros, sino también una conexión especial que muestra que el fútbol puede cumplir sueños y unir corazones.
