La esposa de Diogo J, Rute Cardoso, rompe su silencio tras 12 años y desata una tormenta mediática con una confesión escalofriante: “Fue mi culpa, yo lo sabía”. Estas palabras, que resonaron como un trueno, revelan una verdad perturbadora que podría cambiar el rumbo de la investigación sobre la trágica muerte del futbolista.
Un audio de apenas 30 segundos ha reabierto un caso que muchos creían cerrado. En él, Rute no solo admite su infidelidad, sino que revela un plan frío y calculado para deshacerse de Diogo. “Sabía que ese viaje era perfecto”, dice, insinuando que su esposo no lo vería venir. La revelación de que mantenía una relación con un empresario vinculado al entorno de Diogo ha llevado a los seguidores a exigir justicia, cuestionando si la muerte del futbolista fue realmente un accidente.
El escándalo se intensifica con la noticia de que Rute había firmado un seguro de vida millonario a nombre de Diogo solo un mes antes, con una cláusula de muerte accidental. Mientras las redes sociales estallan en indignación, las autoridades aún no han abierto una investigación formal, pero la presión pública crece.
Testigos afirman que Rute mostró una frialdad inquietante tras el accidente, pidiendo la incineración inmediata del cuerpo y bloqueando a familiares de Diogo. La tensión aumenta con la aparición de un antiguo empleado del club que filtró fotos de Rute con su amante, tomadas solo semanas antes de la tragedia.
Las especulaciones sobre un complot más amplio se avivan con la mención de un tal Mario, quien podría haber estado involucrado en la manipulación del accidente. Mientras tanto, Rute permanece en paradero desconocido, y la Interpol ha emitido una alerta de localización.
La historia de Diogo J, marcada por la traición y la tragedia, se convierte ahora en un clamor por la verdad. “Fue mi culpa, yo lo sabía” se repite en cada rincón, y la búsqueda de justicia apenas comienza.