Juan Lobato ROMPE con Pedro Sánchez: “Las primarias son una pantomima”
Un terremoto político sacude al Partido Socialista. Juan Lobato, líder de los socialistas madrileños, ha dado un paso decisivo en el Senado, consumando una ruptura que se venía gestando en silencio. Sin gritos ni insultos, pero con la firmeza de quien ha dicho basta, ha exigido un congreso extraordinario para recuperar la legitimidad de un partido que, bajo el mando de Pedro Sánchez, se ha transformado en una máquina autoritaria incapaz de debatir, escuchar o presentar un proyecto coherente para España.
Lobato ha denunciado un Partido Socialista dominado por el miedo, donde la cúpula opera a espaldas de su propia militancia. Ha revelado que ni él, como secretario general de Madrid, ha podido dialogar con Sánchez sobre la amnistía, y ha arremetido contra Santos Cerdán y su séquito, quienes han blindado el aparato contra cualquier crítica. La conclusión es clara: las primarias han dejado de existir, son una mera pantomima diseñada para mantener las apariencias mientras el poder real se reparte a dedo.
La crítica de Lobato no se limita al ámbito interno. Ha desenmascarado el cinismo del gobierno, señalando que mientras Sánchez asegura mejorar la vida de la gente, no ha presentado unos presupuestos y ha congelado la política económica en favor de sus equilibrios parlamentarios. La pregunta que resuena en el aire es inquietante: ¿para qué sirve un gobierno que no gobierna y un partido que no piensa?
Con su declaración, Lobato ha roto el silencio cómplice que asfixia al socialismo español, recordando que el Partido Socialista pertenece al pueblo al que dice representar. Ha exigido abrir puertas y ventanas, acabar con la unanimidad impostada y recuperar el valor de la disidencia. En un momento crucial, ha dejado claro que salvar al Partido Socialista significa romper con Sánchez y el sanchismo. La paciencia de Lobato ha llegado a su fin, y ahora todos esperan la contundente respuesta que seguramente vendrá del sanchismo.