Cristina Fernández de Kirchner responde con furia a las declaraciones del embajador designado por Trump, Peter Lamelas, quien ha prometido “vigilar” la política argentina. En un tuit incendiario, la exvicepresidenta de Argentina dejó claro que la intervención extranjera no será tolerada. “Las fuerzas del cielo eran para la gilada”, afirmó, evocando la histórica confrontación entre la política nacional y la injerencia exterior.
En un contexto de creciente tensión, Lamelas, candidato a embajador de Estados Unidos, ha manifestado su intención de frenar acuerdos con China y supervisar a los gobernadores argentinos, insinuando que la justicia local no es suficiente. Fernández de Kirchner no escatimó en críticas, recordando que el mismo Trump enfrenta múltiples cargos criminales y que su administración no ha cumplido con promesas de transparencia. “Primero deberían limpiar su casa antes de opinar sobre la nuestra”, sentenció, poniendo en relieve la hipocresía en el discurso de la administración estadounidense.
La vicepresidenta también denunció que la campaña electoral en Argentina está siendo manipulada desde Washington y el Fondo Monetario Internacional. “Lo que les molesta es la democracia argentina”, dijo, refiriéndose al respaldo de Lamelas a Javier Milei, el candidato presidencial de la ultraderecha. Con un tono desafiante, Cristina reafirmó que la voluntad del pueblo argentino es inquebrantable, a pesar de los intentos de injerencia.
La situación se torna cada vez más crítica en un país donde la historia de intervenciones extranjeras sigue fresca en la memoria colectiva. A medida que se acercan las elecciones, el eco de “Braden o Perón” resuena nuevamente, recordando que las luchas por la soberanía y la autodeterminación siguen siendo un tema candente en la política argentina. La respuesta de Fernández de Kirchner es un llamado claro a la resistencia ante lo que percibe como una amenaza a la autonomía nacional.